[fusion_text]Las guías actuales de recomendaciones nutricionales incluyen el consumo de tres raciones de frutas al día, siendo una de ellas rica en vitamina C, como es el caso de la papaya. Esto se debe a que este nutriente sólo se encuentra de forma natural en las frutas y las verduras frescas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las frutas y verduras ingeridas sean de diferentes colores para alcanzar unos niveles adecuados de vitaminas, minerales y otros nutrientes variados. “La papaya puede ser una excelente opción en combinación con otras frutas y verduras”, afirma Vanesa León García, miembro del Comité de Prensa de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (Addinma). Indica que “la ración recomendada de papaya oscila entre los 150-200 gramos”.
Cómo comerla
León recomienda que se consuma en crudo. “Generalmente se quitan las pepitas centrales de color negro, ya que tienen cierto sabor amargo. También se puede añadir la pulpa de la papaya a la ensalada, por ejemplo, o prepararla en zumo natural, aunque en este último caso pierde parte de su fibra dietética”.
La nutricionista de Addinma apuesta por aprovechar las semillas de la papaya para preparar una infusión o un batido. “Pueden tener beneficios extras, ya que son ricas en carpaine, un alcaloide que ayuda a combatir infecciones y parásitos intestinales”.
Luis Miguel Luengo, vocal del comité gestor del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), añade que las semillas pueden consumirse directamente o molidas como condimento.
Según el experto, “tienen una composición distinta al resto del fruto, con menor contenido en agua y carbohidratos y mayor en fibra y proteínas. Aunque en la literatura científica sólo constan estudios sobre los efectos del consumo del fruto o del preparado de papaya fermentada”.
En qué tipo de dietas incluirla
Como es una fruta carnosa y su componente mayoritario es el agua (alrededor del 90 por ciento de su composición), León es partidario de incluir este alimento en dietas de control de peso y en dietas reducidas en grasa, ya que su aporte de calorías es bajo. “Unas 32 kilocalorías por 100 gramos de alimento (porción comestible)”.
Este escaso aporte de calorías proviene de los carbohidratos (unos 7,5 gramos), ya que su contenido en grasas y proteínas es prácticamente nulo (menos de un gramo por cada 100 gramos de alimento en ambos nutrientes).
Aunque realmente es una fruta que podría incluirse en cualquier dieta. Alma Palau, presidenta del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas (CGDN), explica que “la fruta debería formar parte de la dieta de toda la población sana y de la mayoría de la población con patologías (a menos que exista un limitante claro asociado a la patología)”.
Luengo recuerda que sólo 100 gramos de papaya aportan toda la vitamina C necesaria al día. Por ello, “también es una alternativa a la naranja, mandarina, fresas, kiwis y otras frutas también abundantes en esta vitamina”.
Fuente: http://www.dmedicina.com[/fusion_text]